Creo que pretendió ser un instante de descanso, un break, donde nos sentabamos solas ya, sin músicos, a charlar… libremente. Sabíamos donde empezaba pero no teníamos ni idea de qué pasaría luego. Y fue muy divertido improvisar cada noche qué representaban esos dos asientos, podían ser de un colectivo o de una plaza de toros... y sorprendernos la una a la otra, sin más pretensiones que jugar. Aqui lo comparto con ustedes.
Teatro Maipo – “Un lugar… Un sueño...”
Diciembre de 2001, si, el momento de aquella crisis tan grande…
Marilina
qué lindooo qué lindoo...y mi "amigo fiel" ..increible,..gracias por compartir esto maría
ResponderEliminarMuchas gracias, María!!!!!!!! Porque estando tan lejos, en Israel, este tipo de cosas ayudan a sentirse tan cerca.
ResponderEliminarGracias Marilina por esto que has hecho toda tu vida y a Sandra tambien, son dos diosas, las quiero mucho, me gusta lo que cantan, pago por estar en sus bandas, un beso a las dos....hermosas!!!!
ResponderEliminarjuan
Que momento de magia!! Yo estuve ahi compartiendolas. El alma bien afuera y el corazon re-contra agrandado. La sonrisa pegada a las orejas. Si, una exageracion total!!! Voy a ir SIN FALTA a verte el 8 o 9 de diciembre...
ResponderEliminar