/* Profile ----------------------------------------------- */ .profile-img { float: left; margin-top: 0; margin-right: 5px; margin-bottom: 5px; margin-left: 0; padding: 4px; border: 1px solid #6728B2; } .profile-data { margin:0; text-transform:uppercase; letter-spacing:.1em; font: normal normal 83% Verdana, sans-serif; color: #af99dd; font-weight: bold; line-height: 1.6em; } .profile-datablock { margin:.5em 0 .5em; } .profile-textblock { margin: 0.5em 0; line-height: 1.6em; } .profile-link { font: normal normal 83% Verdana, sans-serif; text-transform: uppercase; letter-spacing: .1em; } /* Footer ----------------------------------------------- */ #footer { width:660px; clear:both; margin:0 auto; padding-top:15px; line-height: 1.6em; text-transform:uppercase; letter-spacing:.1em; text-align: center; } -->




Mis canales de YouTube

Dúo de amigas gusta a sus fans

11 de diciembre de 2001 – Ámbito Financiero


Dúo de amigas gusta a sus fans

"Un lugar, un sueño...". Marilina Ross y Sandra Mihanovich. Con W. Nebreda (piano y teclados), J. Losoviz (bajo) y O. Giunta (batería). Puesta y operación de sonido: O. Mahler. Textos y dir.: Marilina Ross. Dir. artística: L. Patalano y J. Bocca. Teatro Maipo. Del 6 al 9/12. Repite 14 y 15/12).

Sandra Mihanovich y Marilina Ross debutan como dúo en un show sin demasiadas sorpresas musicales que sus fans disfrutaron lo suficiente como para que se agreguen dos funciones más a las programadas.


Escribe Carolina Liponetzky

Centrado en el histrionismo de Marilina Ross y la capacidad vocal y la espontaneidad de Sandra Mihanovich, el show que las reúne por primera vez está salpicado de anécdotas personales teatralizadas, y bastante humor. Interactuando siempre más entre ellas que con el público -cuyas exclamaciones sirven de pie a algún que otro chiste-, hay momentos "privados" de cada una y otros para la actuación conjunta.

Funcionan bien como dúo, lo cual es explotado desde el juego vocal, hasta la puesta en escena y el diseño de vestuario. En sillas al principio, en baquetas después, enfrentadas, de espaldas, juntas en el centro o ubicadas en puntos opuestos del escenario, buscan el complemento permanente. En rigor, Sandra Mihanovich tiene mayor protagonismo en lo inminentemente musical, mientras Marilina Ross la observa desde su posición y aporta su cuota de melancolía o de humor, según lo requiera el tema.

Se aplauden mutuamente, se elogian, parecen disfrutar del show. En el inicio de la función que presenciamos, Marilina Ross confesó: "Yo soy tu fan más grande", mientras Mihanovich hacía que se sonrojaba; "Llevame a conocer ese lugar", le pidió luego Ross a su compañera como preludio del infalible "Puerto Pollensa". También hay una especie de entrevista en la que Mihanovich debe dar detalles de una carrera que su público conoce sobradamente. Y esa lógica se extiende a lo largo de todo el espectáculo: ofrecen a sus fans aquello que fueron a buscar: un recorrido por los mayores éxitos de ambas, en versiones enriquecidas por arreglos destinados a destacar el contrapunto de sus voces.

Pero el público no sólo corea "Soles" o "María, María", sino que ve en pantalla el famoso comercial de cigarrillos con el que Sandra grabó su primera canción, "descubre" a la Marilina niña, adolescente y adulta en un video en blanco y negro, al compás de "Fotos mías", y se encuentra con algunas sorpresas. A saber: una Mihanovich hablando como una nena de cinco años que hasta se pasea por el escenario en monopatín; una Ross vestida de cubana con postizos en las caderas y bailando al ritmo de los tambores y hasta un sketch final donde ambas terminan disfrazadas con boas, collares y pelucas para entonar el tema "Una mujer".

Entre el público predominantemente femenino, en grupo o en parejas -que acompañaba con suspiros las introducciones de "Vuele bajo", "Con las alas del alma" o "Todo me recuerda" pero también ovacionaba y hasta bailaba temas más modernos como "Blues para seguir", del último disco de Ross-, esa noche se pudo ver a varios invitados famosos. Para empezar, estaba lógicamente, Mónica Cahen D´Anvers, que se meneó delicadamente durante todo el show pero se soltó y perdió todo pudor con "Sobrevivientes" (que su hija, Sandra, presentó como una "canción que estará próxima a convertirse en el himno nacional de los argentinos", y fue interpretada en versión acústica, con un tono melancólico y en sintonía con el clima que se respiraba puertas afuera del teatro). Fabián de Santo y su mujer corearon y saltaron con espíritu futbolero al oír "María, María".Alberto Migré pareció disfrutar especialmente "Casi sin querer"; y, más modositos, acompañaban Andrés Percivalle, Diana Ingro,Marcela López Rey y Silvina Chediek entre otros.

Hacia el final, hubo brindis con champagne, a media luz, un abrazo entre ambas cantantes y el tema "Cuatro estrofas". El show evidentemente gustó a su público, como para que a las funciones programadas para el fin de semana que pasó se le hayan agregado otras dos el viernes y sábado próximos.


Desde el rinconcito esta nota la compartió Christian y Silvina la tipeó

No hay comentarios:

Publicar un comentario