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Marilina, voz amiga y bálsamo en la tormenta

Domingo 24 de noviembre de 1991 - Clarín

Marilina, voz amiga y bálsamo en la tormenta

Marilina Ross debutó el viernes en el Teatro Ópera. La cantante, autora y compositora presentó algunos temas de su disco “Contra viento y marea”, de edición inminente, y repasó sus éxitos, de acuerdo a lo votado previamente por sus seguidores.


Por: LEONARDO COIRE

Ya lo apuntamos alguna vez: Marilina baja del escenario hacia la platea como una voz amiga, que plantea bálsamos entre tormentas, con un lenguaje coloquial y, seguramente, sincero.

Con su garganta chica, su guitarra apenas pulsada y su cúmulo de canciones, la ahora cantante desarrolla historias donde se cruzan breves pasajes de amor, alguna melancolía permanente por el paraíso perdido –la infancia-, la utopía esperanzada de asistir al fin de los problemas ecológicos. Este año parecería haber abandonado su perfil testimonial, militante; en cambio, su atención se centra en narrar argumentos más abstractos y universales, tal como ocurre en Honrar la vida o con la pieza que da título a su próximo elepé.

Este show transcurrió con formato de recital (no echó mano a elementos del music-hall, tal como en los anteriores) y fue dividido en dos partes bien diferenciadas. En la primera, los temas de siempre, surgidos de una elección previa de la gente y con la sola compañía del músico Ángel Mahler y en la segunda, la mixtura de obras anteriores con nuevas, con el aporte del Coro Kennedy, bajo la dirección de Raúl Fritzsche, la banda de acompañamiento de Ross y la colaboración de una orquesta de cuerdas.


La creadora de tantos éxitos, otra vez logró emocionar con sus nuevas y antiguas piezas.


La expectativa mayor estaba en las novedades. Allí aparecen Planeta nuestro (a nuestro juicio la construcción más sólida de este cancionero, una balada lenta que culmina con un pedido de perdón a la Tierra por tanto maltrato), Mi corazón (pieza que fue descartada por décadas de su repertorio y que aflora, fresca) y El agua que va, obra de menor envergadura y sencilla melodía.

Esta noche, Se puede, Emociones, Cruzando las grandes aguas, Puente invisible, Si me animo o Domingo aparecieron en la primera mitad del espectáculo. Tras el recuerdo, y antes de pasar al tramo siguiente, Mahler interpretó la línea musical básica que compuso para la obra Drácula, estrenada, como se recordará, este año en el Luna Park.

El esquema de luces diseñado, su operación y puesta, excelentes. Cada haz tuvo un por qué, como cada color y entremezclado. La actriz que vive aún en Marilina sabe lo importante que es vestir cada canción con un ropaje lumínico adecuado.

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