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Una vida en canciones

Sábado 14 de Octubre de 2000 - La Nación

Con invitados especiales

Una vida en canciones


Osvaldo Miranda con la que alguna vez fue una famosa nena de la televisión


Marilina Ross presentó su espectáculo "Por arte de magia"

La artista realiza un concierto autobiográfico, acompañada de imágenes y amigos
El ciclo continuará hoy y los próximos viernes y sábado en el teatro Avenida


Por: MAURO APICELLA
Foto: MIGUEL ACEVEDO RIU

El hall está lleno de famosos y de cámaras de televisión: parece una noche de estreno. Y lo es, porque la sala del teatro Avenida está lista para que Marilina Ross festeje la salida de su disco "Más que un sueño", con este show denominado "Por arte de magia". Sin embargo, el espectáculo mezcla el vigor y la ansiedad por el comienzo de una nueva etapa, luego de siete años sin grabar, con el repaso de una carrera, que insinúa la despedida.

Hace pocos días Marilina declaró a La Nación que la placa podría ser su última grabación (lleva esa intención si se tiene en cuenta que en sus 17 tracks hay un par de estrenos y una mayoría de hitos de su repertorio en nuevas versiones). Y lo que muestra durante este fin de semana en el teatro también tiene que ver con eso.

La cantante aparece vestida de mago, con capa, galera y una varita en la mano. Luego presenta a Roberto Di Chiara, encargado del proyector de cine, quien llama a la nostalgia con las imágenes en pantalla de Marilina a los 5 años. Estas son las primeras proyecciones de una biografía artística que Ross completará con canciones y una lista de invitados especiales.

El inventario de su vida comienza con una evocación a Sarita Montiel y continúa en vivo con un tango, a dúo junto el cantor Jorge Sobral. "Pasaron 38 años", dice la cantante mientras revuelve en su mente un álbum de fotos que toma movimiento en la pantalla gigante. Este tramo inicial está dedicado a los años sesenta, "una década maravillosa, de la imaginación al poder", según define.

Pasado el primer lustro llegan "La nena" y Osvaldo Miranda, a quien el público recibe de pie y con una calurosa ovación. Don Miranda entrega algunos gags y comparte con la protagonista algunas escenas. Luego se sienta en una fila de butacas ubicadas sobre el escenario, frente a la pantalla.

Marilina juega un "cabeza" con la Raulito (la de verdad), revive "Piel Naranja" con Alberto Migré, recuerda "Cosa juzgada" con Norma Aleandro, canta "Honrar la vida" con Eladia Blázquez y, sola, interpreta algunos versos de "Como mis padres", cuando su viaje entra en la década del ochenta.

Lo que Ross decide mostrar de su vida no presenta contradicciones, pero sí notables contrastes que exceden la cronología personal para ajustarse a diferentes momentos de las últimas cuatro décadas de la historia argentina. Ese contraste se establece, por ejemplo, entre la ternura y la inocencia de "Piedra libre" o "La nena" y la marginalidad de "La Raulito", las imágenes del padre Carlos Mugica y el sabor amargo acumulado en el paladar de la intérprete al final de la última dictadura militar, que se percibe en un tape del programa "Badía y Compañía". Hasta aquí, Marilina hace un repaso de su trayectoria como cantante y actriz, una historia sin presente, o con un presente de evocación. Luego todos sus amigos dejarán el escenario para ubicarse en los palcos y apreciar la versión 2000 de Ross. Esto es una serie de canciones hasta ahora inéditas como "Ojos de ciervo", "Pasatiempo", y versiones mas frescas de clásicos de su repertorio, que cantó, la mayoría de las veces, casi a modo de karaoke.

Sólo una flamenca "Puerto Pollensa", con el grupo Los Tarantos, y Baldomero Cádiz, "Blues para seguir", con las Blacanblus, y "Mis hijos naturales", acompañada por Angel Mahler en piano, dieron la sensación de recital en vivo. Así cerró la primera función con un show donde los versos del "Blues para seguir" ("Me propongo comenzar todo otra vez/ tomarme fuerte y no dejarme caer...") quedan empatados con esos de "Soles" que dicen: "Y la niña que fui se alegra de verme llegar al final...".


Fuente: La Nación

Desde el rinconcito, Christian compartió la imagen

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