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Catarsis y energía positiva

1991 - Rosario/12

Marilina en el Auditorio

Catarsis y energía positiva

RECITAL DE MARILINA ROSS. Presentación de su último disco, Contra viento y marea. Teclados: Pablo Giangrante. En el Auditorio Fundación.


Por: OSVALDO BAZÁN

¿Canta Marilina Ross? Quizás no tanto, quizás cuente algunas historias que, como ella misma confesó, "me salen y tengo necesidad de mostrarlas".

¿Compone Marilina Ross? Quizás no tanto, simplemente le da forma musical a esas historias impulsivas.

Y si no canta y no compone, ¿de qué material está hecho un recital de Marilina Ross? De buenas ondas, del material del que están hechos los sueños, de energía positiva, de ecología en estado ingenuo, de una hermandad basada en corazones solidarios y manos que se alzan al cielo, para tapar el agujero de ozono que algunos hombres malos insisten en abrir.

En poco más de una veintena de canciones la cantante mostró lo que es capaz de hacer: convertir un recital en lugar de catarsis, que según el diccionario es la purificación de las pasiones mediante emoción estética. No es fácil para una mujer menudita llenar un escenario enorme como el de Fundación Astengo sin más ayuda que una pantalla de video, un tecladista y un muy cuidado diseño de luces. Marilina lo consiguió porque puso, como ella contó, su corazón, su ánimo, su cuerpo y su alma en el espectáculo. Si eso alcanza o no para un recital de música popular es una duda que su público (que no paró de gritar "Genio" o "Grande má!") jamás se planteó. Ahí estaba la Marilina que todos querían ver, la Marilina actriz (pasó "el primer videoclip de la televisión argentina", dos temas que ella grabó en 1975 para la televisión, antes de la prohibición que la alejó de las pantallas -y del país- por siete años), la Marilina ecológica (Planeta Nuestro, no fue interpretado en la noche del domingo, sino que se pasó el video del tema grabado en los recitales porteños de la Ross, lo cual, si bien permitió disfrutar de una buena performance, por los músicos y el coro que la acompañaban, sienta un mal precedente, ya que lo de pagar una entrada para ver un video de un recital anterior, no parece ser muy gratificante), la Marilina de los hits ("Honrar la vida", ese buen jingle para una radio que es "Conectándome" o "Soles") fueron coreados con ganas por el auditorio.

Pese a lo declarado por la cantante, en cuanto a su predilección por tocar con músicos "de verdad", en esta oportunidad sólo la acompañó el tecladista Pablo Giangrante, quien si bien tuvo un eficaz desempeño, poco pudo hacer con canciones monótonas y el monótono sonido de los teclados imitando todos los instrumentos, y la consabida caja de ritmos imitando a la batería.

Según ella misma declaró, no está pasando por una etapa de enamoramiento con su profesión. Quizás un descanso pueda darle a sus nuevas canciones la frescura de aquellos temas del ´82, de su disco Soles, de donde todavía pueden recordarse con simpatía "Puerto Pollensa", "Como mis padres", "Soles", o "Escaleras mecánicas", o al menos pueden diferenciarse una de otra.




Fernando de Rosario aportó esta nota

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